Este 1 de octubre se conmemora el Día Internacional de las Personas de Edad, una fecha proclamada en 1990 por la Asamblea General de las Naciones Unidas a través de la resolución 45/106. El objetivo de esta celebración es reconocer la contribución de los adultos mayores al desarrollo económico y social, al mismo tiempo que se subrayan los retos y oportunidades que plantea el envejecimiento demográfico.

Actualmente, según datos de la ONU, más de 700 millones de personas en el mundo tienen 60 años o más. Para 2050, se espera que esta cifra supere los 2 mil millones, lo que representará más del 20% de la población global. Este rápido crecimiento de la población envejecida plantea desafíos significativos, lo que hace necesario prestar mayor atención a sus necesidades en términos de salud, inclusión y calidad de vida.

La conmemoración, celebrada desde 1991, también busca dar seguimiento al Plan de Acción Internacional de Viena sobre el Envejecimiento, aprobado en la Asamblea Mundial de 1982. Este plan establece un marco de acción para que los gobiernos de todo el mundo desarrollen políticas que respondan a las demandas de una población que envejece rápidamente.

En este contexto, los esfuerzos deben centrarse en garantizar que los derechos y la dignidad de las personas mayores sean respetados, promoviendo su participación activa en la sociedad y mejorando su acceso a servicios de salud y bienestar.