En un encuentro celebrado en Berlín este miércoles, el primer ministro británico Rishi Sunak y el canciller alemán Olaf Scholz hicieron un llamado conjunto a los aliados de la OTAN para reforzar sus capacidades de defensa frente a las amenazas que representa Rusia desde el inicio de su ofensiva en Ucrania.

Ambos líderes, considerados como los principales países en gasto de defensa en Europa, expresaron su compromiso inquebrantable con la OTAN y su apoyo continuo a Ucrania durante el tiempo que sea necesario. En palabras de Sunak, esta colaboración tiene como objetivo garantizar que la agresión de Vladimir Putin "termine en fracaso" y proteger los valores fundamentales.

Scholz enfatizó la importancia de fortalecer el pilar europeo de la OTAN para mantener una capacidad de disuasión adecuada ante posibles futuros ataques. Subrayó la necesidad de tomar decisiones necesarias en cuanto a inversión en defensa, considerando la situación económica de cada país, ya que, como indicó Sunak, "el mundo se ha vuelto más peligroso".

En un comunicado conjunto, Alemania y el Reino Unido acordaron la adquisición, evaluación y optimización conjunta de ciertos armamentos, así como el fortalecimiento del uso de aviones Eurofighter Typhoon a través de la modernización de sus flotas. Asimismo, se informó sobre el aumento del gasto en defensa por parte de Londres, que busca alcanzar el 2,5% de su PIB.

Estas declaraciones se producen luego de que el presidente Joe Biden promulgara una nueva ley de asistencia militar a Ucrania y evidencian el compromiso europeo en sostener las operaciones de Kiev. Sunak instó a los aliados a seguir desempeñando este papel, mientras que Scholz recordó el importante suministro de armamento de Alemania a Ucrania desde febrero de 2022.

No obstante, Scholz descartó la posibilidad de enviar misiles Taurus a las tropas ucranianas, afirmando que su posición al respecto es clara. Por último, Sunak anunció un paquete adicional de 500 millones de libras para apoyar a Ucrania, elevando la contribución total del Reino Unido en la guerra a 12.000 millones de libras.