Descifrando el enigma de la Navidad: Entre mitos y realidades históricas

En el trasfondo de una festividad profundamente arraigada en la tradición cristiana, se revela un intrigante debate sobre el origen de la Navidad. Las respuestas, desde la fe hasta la historia, se entrelazan en una narrativa que desafía las percepciones comunes.

Para muchos, la creencia común es que la Navidad tiene sus raíces en antiguas festividades paganas dedicadas a deidades como Sol Invictus, Saturno (Saturnalia) o Mitra, el dios solar persa adoptado por los romanos.

La teoría de la historia de las religiones sostiene que la Iglesia católica de Roma estableció la celebración de la Navidad el 25 de diciembre en el año 336, en un intento de reemplazar las festividades paganas. Sin embargo, esta versión encuentra resistencia en diversos manuscritos antiguos y teorías que sugieren que las celebraciones navideñas comenzaron mucho antes de esa fecha crucial.

La pregunta fundamental sobre cuándo nació Jesucristo ha llevado a una exploración detallada de antiguos textos. Hipólito, un destacado teólogo de la Iglesia católica de Roma, en su obra del año 204, Comentario sobre Daniel, mencionó que Jesús nació el 25 de diciembre según el calendario juliano.

Sin embargo, una pista alternativa surge de la tradición judía, que vincula la fecha de concepción del Mesías con la fecha de su muerte. Al sostener que Jesús fue crucificado el 25 de marzo, algunos primeros cristianos creían que su concepción también ocurrió en esa fecha. Si esta teoría del cálculo es correcta, el nacimiento de Jesús coincidiría con el 25 de diciembre.

Contrariamente a la creencia popular de que la Navidad tiene sus raíces en festivales paganos específicos, como Sol Invictus o Saturnalia, los estudios históricos señalan que ninguno de estos rituales se celebraba el 25 de diciembre. Por ejemplo, Sol Invictus probablemente se celebraba en fechas como el 8, 9 o 28 de agosto, mientras que Saturnalia transcurría entre el 17 y el 23 de diciembre.

La investigación se adentra en tres antiguos manuscritos: Didascalia Apostolorum, Liber Pontificalis y la Epístola de Teófilo. Estos textos, del siglo II y III de nuestra era, ofrecen una visión fascinante de las celebraciones navideñas tempranas y la vida pastoral de los primeros cristianos.

Didascalia Apostolorum, del año 250, menciona la celebración de la Epifanía el 6 de enero según el calendario juliano. Al convertir esta fecha al calendario gregoriano, la Epifanía cae en el 25 de diciembre. Liber Pontificalis sugiere que la celebración navideña podría haber comenzado en el siglo II, y la Epístola de Teófilo menciona el 25 de diciembre como fecha de la celebración del nacimiento de Jesús, sugiriendo que esta festividad existía antes del año 196.

Estos textos históricos desafían la noción de que la Navidad tiene su origen en las festividades paganas, demostrando que los cristianos han celebrado esta festividad desde los primeros siglos de nuestra era. La verdadera historia de la Navidad, enraizada en la fe y la tradición, sigue siendo un fascinante rompecabezas histórico por descifrar.