Dieta carnívora bajo escrutinio: riesgos cardiovasculares y neurodegenerativos a largo plazo
Expertos advierten que, pese a los beneficios inmediatos de la dieta carnívora, puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas y demencia.
La dieta carnívora, que excluye todos los vegetales y granos en favor de un consumo exclusivo de productos de origen animal, ha ganado popularidad entre quienes buscan una pérdida de peso rápida. Sin embargo, varios especialistas en salud han manifestado preocupaciones serias sobre los efectos a largo plazo de este enfoque alimenticio.
El doctor Rupy Aujla, presentador del podcast “The Doctor’s Kitchen”, ha sido uno de los principales críticos, basándose en investigaciones que sugieren que tanto la dieta carnívora como la cetogénica podrían ser pro-inflamatorias y pro-envejecimiento. Estos estudios han mostrado que la acumulación de células senescentes en órganos como el corazón y los riñones contribuye a la inflamación y la toxicidad, lo que podría acelerar el envejecimiento y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas.
Uno de los mayores riesgos asociados con esta dieta es el desarrollo de fibrosis cardíaca y disfunción mitocondrial, dos condiciones que afectan la estructura y funcionamiento del corazón. Además, las dietas ricas en grasas saturadas, como la carnívora, se han relacionado con inflamación cerebral y estrés oxidativo, factores clave en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
Un estudio publicado en el Journal of the American Heart Association (JAHA) que observó a más de 100,000 mujeres posmenopáusicas durante casi 20 años, reveló que aquellas que consumían más proteínas de origen vegetal tenían un menor riesgo de enfermedades cardíacas y demencia en comparación con las que seguían una dieta rica en carne roja y productos de origen animal.
A diferencia de la dieta carnívora, enfoques dietéticos como la dieta mediterránea han sido ampliamente elogiados por su capacidad para reducir el riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas, cáncer y demencia. La dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, granos enteros, pescado y grasas saludables, sigue siendo recomendada por expertos en salud en todo el mundo.
Finalmente, un reciente estudio observacional de UK Biobank también advirtió sobre el consumo de carnes procesadas, sugiriendo que cada 25 gramos adicionales consumidos diariamente aumentan el riesgo de desarrollar demencia en un 44% y de Alzheimer en un 52%. Estos resultados refuerzan la creciente evidencia de que las dietas basadas en productos de origen animal, especialmente aquellas ricas en carnes procesadas, pueden tener un impacto negativo en la salud cognitiva.
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