Marito Di Stéfano, con más de 25 años en la AFA, relata su eufórico saludo al DT tras el triunfo ante Ecuador y expresa su profunda emoción hacia los jugadores.

Tras la victoria por penales ante Ecuador, que aseguró el pase de la selección argentina a las semifinales de la Copa América, una imagen particular capturó la atención de todos. Nicolás Otamendi había anotado el penal decisivo y los jugadores corrieron a celebrarlo, al igual que con Dibu Martínez, crucial al detener dos disparos. Sin embargo, fue Marito Di Stéfano, el utilero más experimentado del equipo, quien protagonizó un momento memorable con el entrenador Lionel Scaloni.

Marito, visiblemente emocionado, se acercó a Scaloni y, en medio de la euforia, le dijo: "Dame un beso", y lo saludó con un beso en la boca. En una reciente entrevista, el canal oficial de la selección, Di Stéfano reveló detalles de ese instante. “Pasó que terminó, hizo el gol Otamendi y lo veo al ‘Gringo’ (por Scaloni) solo. Salieron todos corriendo: Aimar, Ayala, todos. Ahí le dije: ‘El Barba ve todo’. Y claro, cuando le voy a dar el beso, él gira. Por eso fue el famoso ‘le como la boca’, pero nada que ver”, explicó entre risas.

Scaloni, por su parte, bromeó sobre el beso en la conferencia de prensa posterior al partido. “Fue en chiste. A Marito lo conozco de toda la vida. Me vino a saludar y bueno... Es lo que hay. No la vi la foto, pero Marito es un amigo, un tipo entrañable. Estaba muy contento”, comentó, añadiendo con humor que “no me di cuenta dónde me dio el beso. Son cosas que pasan cuando estás alegre. Pero no fue consentido, ja”.

En la entrevista, Marito no pudo contener su emoción al recordar otros momentos especiales con la selección. “Cada vez me quiebro más, como fue en la película ‘Elijo Creer’. Imaginate que yo a Scaloni y Samuel los conozco desde los 18 años, a Aimar desde los 15. Ya te entra una nostalgia porque se te va yendo la vida y esos momentos son únicos. Lo que hicieron los pibes el otro día… Son héroes”, expresó conmovido.

Di Stéfano también compartió una anécdota especial tras la final de la Copa del Mundo contra Francia. “Seis menos cuarto de la mañana me llama el gordo Dady (Marcelo D’Andrea, masajista) y me dice ‘te llama Leo (Messi)’... Voy a la habitación y estaba con el short del partido y una remera de tiempo libre todo sucio porque veníamos del micro, todos sucios porque habíamos dado vuelta con el micro por el centro de Qatar y me dice ‘traeme una remera y un short’. Entonces, se sacó la remera, el short… Este va para casa… Me quedé con el último short de la final del mundo”, relató con orgullo.

Llevó esa prenda a Estados Unidos con dos propósitos: que Messi le firmara el pantalón y como un amuleto de buena suerte para el equipo, con la esperanza de lograr otro título continental.