Familiares de los cinco jóvenes desaparecidos en Lagos de Moreno, Jalisco, afirmaron que no lograron reconocer a sus hijos entre los restos óseos hallados en una finca de la comunidad La Troje. Los parientes de Roberto Olmeda, Jaime Adolfo Martínez, Diego Alberto Lara, Dante Cedillo y Uriel Galván fueron citados por la Fiscalía estatal para identificar si los restos correspondían a alguno de sus hijos.

Las autoridades mostraron fotografías de los cuatro cráneos calcinados encontrados durante la búsqueda, pero Juan Martínez, padre de Adolfo, declaró que ninguno de los familiares pudo reconocer a sus seres queridos. Aunque los cuerpos estaban calcinados, las características visibles no se asemejaban a las de los jóvenes desaparecidos. Martínez explicó que uno de los cuerpos tenía una "placa de lesión", que no coincidía con su hijo.

"No estamos casi seguros de que no son nuestros hijos", mencionó Martínez. Aunque se les mostró una dentadura, tampoco pudo ser reconocida por ninguno de los presentes. A pesar de ello, se realizarán pruebas de ADN para confirmar la identificación de los restos. En relación con un automóvil calcinado encontrado anteriormente, Martínez afirmó que sí pertenecía a uno de los jóvenes.

Este automóvil contenía el cuerpo sin vida de un hombre, cuya identidad aún no ha sido establecida. Las autoridades están investigando si el cadáver hallado en la cajuela corresponde a alguno de los jóvenes desaparecidos.

El 11 de agosto, Roberto, Jaime, Diego, Dante y Uriel se reunieron en "El Mirador" de Lagos de Moreno, pero ninguno regresó a casa. Ese fue el último día en que se tuvo noticias de ellos, lo que llevó a su reporte como desaparecidos y al inicio de la búsqueda. Aunque aún no se ha confirmado oficialmente la relación entre los restos óseos encontrados y los jóvenes desaparecidos, el caso ha generado preocupación y especulación sobre la posible participación de grupos delictivos organizados en estos eventos.