Este sábado 6 de enero, las iglesias de Tarija se llenarán de centenares de niños de cera en una celebración única. Algunos de ellos recorrerán las calles, acompañados de tonadas navideñas tradicionales, en la especial Fiesta de Reyes. Esta festividad, única en su estilo como todo en Tarija, se celebra cada año después de Navidad y Año Nuevo, recordando la visita de Melchor, Gaspar y Baltazar al niño Jesús en Belén.

La celebración en Tarija tiene su propio encanto, con adoraciones, chocolatadas y trenzadas que se llevan a cabo tanto en la ciudad como en el campo. La práctica no se limita solo a los niños; en el área rural, las personas mayores también mantienen la costumbre de adorar al niño Manuelito. Ana María, una residente local, lamenta que en tiempos pasados los niños escribían cartas a los Reyes Magos, quienes traían los regalos cada 6 de enero, una tradición que se ha perdido con la popularidad de Papá Noel.

Además, como parte de la celebración tradicional, los fieles creyentes recorren la ciudad con sus niños de cera para ser bendecidos en las iglesias de sus barrios. En el pasado, la celebración de Reyes tenía más importancia en Tarija que la misma Navidad.

En un esfuerzo por preservar estas costumbres, muchas personas organizan trenzadas y adoraciones en sus hogares, donde vecinos y amigos se reúnen. Antiguamente, el ritual incluía adorar en la misa, regresar a casa, realizar trenzados y compartir chocolate, refrescos y golosinas con los presentes. La Fiesta de Reyes en Tarija es una celebración arraigada en la tradición y llena de elementos que la hacen única en la región.