Marco Serrate, quien previamente se desempeñó como seguridad personal de Luis Fernando Camacho durante su visita a La Paz, ha hecho pública su declaración en medio de una creciente controversia en Bolivia. Citado a declarar a las 15:00 horas de la tarde, Serrate lanzó un testimonio cargado de preocupación y temores sobre su seguridad y la de su familia.

En sus palabras, Serrate expresó: "El gobierno ya desde hace mucho tiempo ha estado en seguimiento a mi persona y a mi familia. Eh paraban auto fuera mi oficina fuera de mi casa, gente filmándome tomándome fotos". Alega que incluso se sintió amenazado por un individuo que intentó intervenir en su vida, lo que lo llevó a tomar la decisión de ocultarse.

Serrate reveló que ha optado por la clandestinidad tras haber sido notificado de posibles acciones en su contra, provenientes tanto del Gobierno como de las fuerzas policiales. Según sus declaraciones, esta situación se relacionaría con su pasado vínculo con el líder opositor Luis Fernando Camacho y podría desencadenar una cadena de eventos que podría poner fin a la presencia de la oposición política en el país.

Uno de los puntos más preocupantes de su declaración fue su aseveración de que su testimonio previo, dado durante más de tres horas, podría estar siendo manipulado para incriminarlo y acallar aún más la oposición. Serrate también afirmó que teme que se intente presionarlo utilizando a su familia como instrumento de coacción.

"Sé que sus planes son echarme tierra de todos lados. Tratando de adjudicarme algún delito como me pasan la información", señaló. Asimismo, reveló que cuenta con pruebas de su declaración original y se mostró dispuesto a compartirlas con los medios de comunicación.

Este dramático testimonio también abordó la presunta persecución económica que estaría enfrentando, indicando que su trabajo como proveedor de seguridad se ha visto afectado debido a sus conexiones con la oposición política. Serrate hizo un llamado público para que la sociedad y la comunidad internacional tomen nota de su situación, advirtiendo que responsabiliza al ministro del Castillo y al gobierno de cualquier posible consecuencia negativa que pudiera afectar a él o su familia.

Es importante destacar que esta declaración surge en un momento de tensiones políticas en Bolivia y arroja luz sobre las preocupaciones de quienes han estado involucrados en la esfera política del país.