Pobladores ignacianos reciben con aplausos a los marchistas que recorrieron más de 160 kilómetros en defensa de sus derechos.

La población de San Ignacio de Velasco vivió el día de ayer una jornada histórica, al recibir con aplausos y vítores a los marchistas que, tras 10 días de recorrido y más de 160 kilómetros a pie, llegaron desde las cabeceras del Alto Paraguay en defensa de las tierras ancestrales de la Chiquitania y el Paraguay. La marcha, que busca el respeto y la protección de los territorios originarios, ha generado gran expectativa en los habitantes de la zona, quienes se congregaron en el ingreso de la ciudad para brindar su apoyo.

Entre los manifestantes se encontraba la señora Arminda, una de las líderes de la caminata, quien expresó su cansancio, pero también la firmeza de sus convicciones. "Estamos cansados, pero con la mente en alto, porque queremos conseguir nuestros objetivos. Exigimos que nos respeten nuestros derechos y nos dejen vivir como lo hacían nuestros ancestros", declaró Arminda en referencia a la protección de sus tierras.

La rotonda de ingreso a San Ignacio de Velasco fue el escenario donde una multitud de pobladores, junto con una caravana de motociclistas, escoltaron a los marchistas en sus últimos pasos hacia el centro de la ciudad. El comité organizador de la marcha, liderado por Carmelo Gómez, emocionado hasta las lágrimas, narró los momentos de terror que vivieron los habitantes del Paragua durante los últimos cinco meses, a causa de incendios y conflictos por tierras.

Los marchistas han decidido permanecer en la plaza principal de San Ignacio de Velasco hasta recibir una respuesta de las autoridades. Esta acción marca el inicio de una nueva fase de su lucha, mientras esperan que el gobierno tome medidas concretas para garantizar el respeto a sus territorios ancestrales.