Transportistas mantienen bloqueos en varias ciudades en protesta por la falta de combustible
La crisis de desabastecimiento de diésel y gasolina continúa golpeando con fuerza al sector transporte, que, tras semanas de incertidumbre y largas filas en los surtidores, ha tomado medidas drásticas. Desde el domingo pasado, transportistas de La Paz, Cochabamba y Potosí han decidido instalar bloqueos en las principales rutas de estas ciudades, exigiendo al Gobierno que se garantice el abastecimiento regular de combustible.
En La Paz, los bloqueos comenzaron en El Alto, donde los choferes se agruparon en largas filas en los surtidores, desesperados por conseguir el diésel que no ha llegado. "Nos encontramos agotados, hemos estado esperando combustible desde el domingo y no hemos recibido ninguna respuesta", comentó un transportista en el sector de El Alto. Los choferes también se manifestaron en las inmediaciones de la planta de YPFB, en la zona de Senkata, un punto clave de la distribución de combustible en el país. A lo largo del día, el bloqueo continuó, afectando gravemente la circulación de vehículos en la zona.
El panorama en Cochabamba es igualmente crítico. En la ruta al valle alto, los transportistas bloquearon el acceso al municipio de Tarata, mientras que en la avenida Villazón, se registraron bloqueos en varios puntos de alto tráfico. A la altura del kilómetro 4 ½, camiones de transporte pesado cortaron el paso vehicular en señal de protesta. Los conductores, visiblemente frustrados, calificaron estas medidas como “desesperadas”, debido a la escasez crítica de combustible que enfrentan. "El gobierno nos está dejando sin opción. Llevamos días durmiendo en los surtidores esperando que nos abastezcan. No podemos seguir así", manifestó uno de los transportistas afectados.
Además, los choferes aseguran que el abastecimiento de diésel y gasolina no está siendo distribuido de manera equitativa. "A la gente de Sacaba solo les dieron diésel en dos surtidores. Pero no se dieron cuenta de que aquí, en Cochabamba, las rutas troncales hacia Santa Cruz también son esenciales para la economía del país", expresó un chofer en la avenida Villazón, mientras observaba cómo se acumulaban más camiones en la vía.
La situación también se ha agudizado en Potosí, donde los transportistas del transporte libre han comenzado a tomar medidas similares. A las puertas de YPFB, choferes y ciudadanos se unieron a la protesta exigiendo una solución inmediata. "Las filas en los surtidores son interminables. Estamos cansados de esperar y no obtener lo que nos corresponde", lamentó un chofer mientras observaba la larga cola de vehículos esperando su turno para cargar combustible.
Los transportistas de la región también denunciaron que, además de la escasez de combustible, el sistema de distribución no está cumpliendo con las expectativas. En varias ciudades del país, la cantidad de combustible permitido para cada vehículo es limitada, lo que solo aumenta la desesperación. "Nos están dando solo 20 litros por persona. Esto no es suficiente para las necesidades de los transportistas, y mucho menos para la circulación diaria", afirmó uno de los conductores en Potosí.
La crisis por la falta de diésel y gasolina no solo afecta al sector transporte, sino que tiene graves repercusiones para la economía nacional. Los bloqueos de los transportistas afectan a las rutas troncales y comerciales que conectan a diferentes regiones del país, lo que interrumpe el flujo de mercancías y bienes esenciales. Además, el transporte pesado, que es vital para la distribución de productos agrícolas y manufacturados, se ve paralizado por la escasez de carburantes.
"Si no se resuelve este problema pronto, muchas familias perderán su fuente de trabajo. Ya no solo estamos luchando por el suministro de combustible, sino por nuestra supervivencia económica", expresó uno de los choferes en Cochabamba, haciendo referencia a las familias que dependen de este sector para su sustento.
Los transportistas han advertido que las protestas se intensificarán si el gobierno no actúa de manera inmediata. Los bloqueos se mantendrán hasta que se garantice una solución integral al desabastecimiento y se establezca un mecanismo de distribución justo y equitativo del combustible. Los conductores han expresado que seguirán luchando hasta que sus demandas sean atendidas y se logre una estabilidad en el abastecimiento de diésel y gasolina en todo el país.
En este contexto, la tensión continúa creciendo, no solo entre los transportistas, sino también con la población que, debido a los bloqueos, sufre las consecuencias del paro. Mientras tanto, los choferes exigen un trato justo y el cumplimiento de sus derechos, ya que consideran que el desabastecimiento de carburantes no solo afecta a su sector, sino a la economía de Bolivia en su conjunto.
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