El Vicerrector de la UAGRM ha emitido declaraciones contundentes en relación a la investigación sobre Marset y su posible implicación en actividades ilícitas. En sus palabras, el Vicerrector sostiene que debería el Ministro Eduardo del Castillo estar imputado y considera que es cómplice, señalando que se le atribuyen sobrenombres y acusaciones de recibir dinero. En este sentido, enfatiza que debería ser tratado como el primer sospechoso.

Las declaraciones se tornan más enérgicas cuando aborda la cuestión de la corrupción y el narcotráfico en Bolivia. El Vicerrector manifiesta que estos dos males están causando daño al país. Critica el sometimiento de políticos y poderes estatales al gobierno y cuestiona la presencia de corrupción y narcotráfico en la nación. Dirigiéndose a ciertos sectores, expresa que representan una "lacra" que está afectando profundamente a la sociedad boliviana.

En un tono crítico, el Vicerrector se dirige a quienes aseguran luchar contra el narcotráfico, demandando coherencia en sus acciones. Propone una reducción en la plantación de coca como una medida auténtica para combatir el problema. Además, aboga por una Bolivia sincera y auténtica, que muestre el verdadero impacto del narcotráfico en la economía y la sociedad. Enfatiza que aunque esta actividad mueva dinero en la economía, es esencial para el bienestar del pueblo boliviano combatir la corrupción y el narcotráfico.

Finalmente, el Vicerrector se muestra decidido a tomar medidas para denunciar a los narcotraficantes y corruptos, resaltando la importancia de la dignidad y el bienestar de la mayoría de los ciudadanos. Concluye sus declaraciones con un llamado a la acción y a la lucha contra estos males que están afectando a la nación.