La continuidad de Xabi Alonso en el Real Madrid atraviesa su momento más crítico. La derrota ante el Manchester City evidenció que, pese a la mejoría en actitud del equipo y la buena relación entre el técnico y la plantilla, el rendimiento futbolístico y físico no alcanza para competir con solvencia.

En el club preocupa especialmente el estado físico del plantel, un factor que consideran decisivo en la caída de resultados recientes, reflejada también en los nueve puntos que el Barcelona ha sacado al equipo blanco en los últimos cinco partidos de Liga.

En Valdebebas se ha determinado que el próximo partido será clave para definir el futuro de Alonso. La dirigencia mantiene la duda instalada desde hace dos semanas y entiende que solo una racha de victorias continuas permitirá sostener al entrenador.

Las derrotas ante Celta y Manchester City aceleraron el escenario, dejando claro que los resultados inmediatos serán determinantes para evitar un cambio en el banquillo.

La reacción del Santiago Bernabéu también influye en el análisis. La afición mostró su descontento por primera vez en la temporada, un gesto que pesa en la evaluación de la directiva.

El duelo del domingo ante el Alavés será un examen crucial, aunque el seguimiento será permanente, más allá de lo que ocurra en Vitoria.

El equipo necesita frenar la mala racha de manera urgente. La dirigencia mantiene respaldo hacia Vinicius, pese a las críticas del público, aunque se reconoce la necesidad de una mejora general en lo futbolístico y en lo físico. La gran incógnita es si el plantel y su técnico podrán revertir una situación que ya se considera preocupante.