Con solo 17 años y 1,95 metros de estatura, Gerónimo Govea Herrera se ha convertido en una de las grandes promesas del fútbol boliviano. Nacido en Montevideo, Uruguay, el joven arquero decidió representar a Bolivia por amor a sus raíces maternas y fue convocado por el técnico Óscar Villegas a la Selección Absoluta para los amistosos frente a Corea del Sur y Japón.

Govea brilló en el reciente Mundial Sub-17 de Catar, donde la Selección Boliviana sorprendió por su desempeño.

Su talento, seguridad bajo los tres palos y madurez deportiva llamaron la atención del cuerpo técnico de la Verde, que decidió darle la oportunidad de integrarse al combinado mayor tras la ausencia de Carlos Lampe.

En declaraciones a DIEZ desde Doha, el arquero explicó su elección de vestir la camiseta boliviana.

“Es la tierra de mi madre y sé que a mi abuelo le hubiera hecho muy feliz que yo haya jugado para Bolivia.

Él también fue futbolista y lo poco que lo conocí me demostró cuánto amaba este deporte. Le hubiera encantado verme con la selección boliviana”, expresó con emoción.

Actualmente, Govea milita en el Montevideo Wanderers, club que lo formó y donde ha demostrado un crecimiento constante.

Su llegada a la Verde representa un salto importante en su carrera, ya que viajó directamente desde Catar a Seúl para unirse a los entrenamientos del equipo nacional, que enfrentará a Corea del Sur el jueves 14 de noviembre y a Japón el lunes 18.

Aunque aún no ha debutado oficialmente con la selección mayor, las expectativas son altas.

Su presencia física, sus reflejos y su proyección lo han hecho merecedor de comparaciones con Thibaut Courtois, arquero del Real Madrid. Además, su vínculo con Bolivia va más allá del fútbol: recuerda con cariño sus visitas de niño a Santa Cruz y su gusto por las salteñas, un detalle que ha despertado simpatía entre los aficionados bolivianos.