Marc Pubill ha debutado con el Atlético de Madrid en un amistoso ante el Porto, dando sus primeros pasos como central en un rol inédito para él.

Con más de 1,90 metros de estatura, potencia y visión de juego, el exlateral derecho ahora busca ganarse un lugar en el esquema de Diego Simeone en una temporada clave para su futuro.

Pero detrás del imponente defensor hay una historia de superación poco común.

De niño fue descartado por el Espanyol por “ser bajito”, y tuvo que volver a casa para seguir peleando.

El estirón llegó tarde, pero con él también el interés del Levante, donde su carrera tomó impulso.

El camino le llevó a Almería, y tras flirteos con grandes como Barcelona, Milán o Atalanta, este verano dio el salto al Atlético.

Hijo de dos waterpolistas profesionales, con un padre campeón mediterráneo y una madre también ligada a la élite del deporte acuático, Pubill creció con el esfuerzo como valor central.

Esa disciplina la aplica hoy como futbolista metódico: análisis de rivales con Wyscout, rutinas de hielo al amanecer y hasta boxeo como entrenamiento complementario.

Marc ya sabe lo que es ganar: fue campeón olímpico con la sub23 en París 2024, anotando el primer gol de España en el torneo.

Hoy sueña con levantar títulos como rojiblanco. Y aunque el primer paso ya está dado, queda una temporada entera para demostrar que el rechazo de ayer fue solo el comienzo de una historia ganadora.