Andrés Romero, diputado de Creemos, denunció la reciente invitación de la ministra de la presidencia para que dialogara el hermano de Don Santos, calificando la situación como un "show" y un "circo" que busca desviar la atención de los problemas estructurales del país.

Según Romero, el gobierno intenta tomar aire y evitar que la sociedad hable de la crisis económica, el vasto territorio quemado y la situación del pacto fiscal tras los nuevos datos del censo.

Este tipo de distracciones se han vuelto recurrentes, impidiendo abordar los verdaderos desafíos que enfrenta Bolivia.

En su declaración, Romero enfatizó la necesidad de que Luis Fernando Camacho, considerado por muchos como un "preso político", tenga la oportunidad de ser juzgado y de contar su verdad sobre el supuesto fraude electoral de 2019.

El diputado argumentó que Camacho no debería ser presentado como un reo, ya que está privado de su libertad de forma indefinida, a pesar de que su detención preventiva debería haberse limitado a tres meses.

Romero también comparó el tratamiento actual de Camacho con el discurso utilizado en Santa Cruz, donde se alegaba convulsión social e inseguridad.

Sostuvo que el gobierno parece usar la figura de Camacho como una forma de distraer a la población de la crisis actual, insistiendo en que este "circo" solo beneficia a la administración en su intento por mantener la atención en los escándalos en lugar de en los problemas reales.

Finalmente, el diputado se mostró escéptico ante las capacidades del gobierno para hacer frente a la situación actual.

Criticó la falta de acción efectiva frente a las denuncias de diversos delitos y la forma en que se maneja la comunicación política, sugiriendo que el enfoque del gobierno se basa más en tácticas mediáticas que en soluciones reales para el país.