En Urubichá, provincia Guarayos, un grupo de al menos 1.500 interculturales ingresó a tierras fiscales no disponibles y construye un puente sobre el río Negro sin contar con permisos ni licencia ambiental. La situación causa preocupación entre pobladores y autoridades, quienes denuncian daños ambientales, implicaciones legales y un posible avasallamiento en la zona.

Mateo Justiniano, presidente de la Central Comunal de Urubichá, señaló que se trata de una obra que avanza sin autorización y en un área fiscal restringida. Indicó que los comunarios intentaron dialogar con el grupo, pero no fueron escuchados. “Han estado realizando este trabajo, destruyendo nuestros ríos; la gente está adentro, en un área fiscal no disponible”, afirmó. Justiniano también recordó que desde hace cuatro años los interculturales se asentaron en ese sector y que aseguran que el puente traerá desarrollo, aunque la comunidad no reconoce la obra.

El representante explicó que los interculturales llegaron desde San Julián, Cuatro Cañadas y Montero con el argumento de realizar producción, actividad que —según dijo— corresponde al manejo de la comunidad. Agregó que la audiencia en contra de los interculturales fue suspendida por decisión de un juez del Tribunal Agroambiental, tras la presentación de documentos por parte de uno de sus dirigentes.

La alcaldesa de Urubichá, Carmen Aida Aguilera, lamentó que la construcción avance sin cumplir los requisitos legales. Señaló que un puente de estas dimensiones —4 metros de ancho por 50 de largo— requiere licencia ambiental otorgada por el Gobierno Departamental, además de la ficha ambiental correspondiente. “Nosotros no estamos en contra del desarrollo, pero sí queremos que las cosas se hagan bien”, sostuvo.

Autoridades municipales e indígenas de Ascensión de Guarayos realizaron una inspección en la zona del conflicto y encontraron caminos obstruidos, situación que interpretaron como una advertencia de los interculturales. Durante el recorrido constataron que la obra se ejecuta sin autorización municipal y sin consulta previa a los pobladores.

Por su parte, Roger Ñumi, presidente de la Central de Organización de Pueblos Nativos Guarayo (COPNAG), advirtió que la construcción afectará el ecosistema del río Negro, especialmente el lecho acuático, y podría convertirse en una vía para nuevos asentamientos ilegales dentro de la TCO Guarayo. También señaló que existen dirigentes involucrados en este hecho.