El magnate tecnológico apuesta por un legado filantrópico antes que la acumulación de riqueza generacional

Bill Gates, cofundador de Microsoft y una de las figuras más influyentes del mundo tecnológico, reafirmó recientemente que sus tres hijos recibirán menos del 1% de su inmensa fortuna como herencia. La declaración fue realizada en el podcast Figuring Out With Raj Shamani, donde Gates explicó que su decisión responde a una filosofía clara: no considera que entregarles una gran fortuna sea un favor para sus hijos.

“Decidí que no les haría ningún favor dejándoles una gran fortuna”, comentó Gates. Su objetivo, en cambio, es darles las herramientas necesarias para que logren sus propios éxitos y no dependan del capital heredado.

Aunque anteriormente había señalado que planeaba dejar 10 millones de dólares a cada uno de sus hijos, sus declaraciones más recientes apuntan a una disminución aún mayor en el monto destinado a su familia. La mayoría de su fortuna, estimada en unos 162 mil millones de dólares, será dirigida a causas benéficas a través de la Fundación Bill y Melinda Gates.

El empresario recalcó que esta decisión está en línea con una tendencia creciente entre los multimillonarios del sector tecnológico, quienes priorizan el impacto social por encima del legado financiero familiar. Gates señaló que quienes hicieron sus fortunas en tecnología “tienden a ser menos dinásticos” y más propensos a donar a causas sociales.

A través de su fundación, Gates ha trabajado durante décadas en iniciativas clave como la erradicación de enfermedades, el acceso a agua potable y la educación en países en desarrollo. En sus palabras, el objetivo de su fortuna es “beneficiar a los más necesitados” y enseñar a sus hijos el valor de la generosidad y la responsabilidad social desde una edad temprana.

Una tendencia entre multimillonarios

La postura de Gates no es aislada. Otros grandes nombres del mundo tecnológico han adoptado decisiones similares. Laurene Powell Jobs, viuda de Steve Jobs, ha declarado que no dejará una herencia sustancial a sus hijos, mientras que Jeff Bezos, fundador de Amazon, también ha manifestado su deseo de donar la mayor parte de su riqueza en vida.

Esta filosofía ha sido impulsada también por Warren Buffett, uno de los inversores más exitosos de la historia, quien desde hace años ha expresado su intención de destinar casi toda su fortuna a la filantropía, en lugar de dejarla a sus descendientes.

El mensaje de Gates es claro: el verdadero legado no está en los millones heredados, sino en el impacto que una fortuna puede tener al servicio de la humanidad.