La cinematografía boliviana brilló en Francia. La película La hija cóndor, dirigida por Álvaro Olmos Torrico, se llevó el máximo galardón del Festival de Biarritz América Latina, obteniendo el premio Abrazo al mejor largometraje de ficción.

El filme narra la historia de Clara, una joven partera quechua de los Andes, quien utiliza el canto para aliviar el dolor durante el parto. Cuando Clara se traslada a la ciudad, su comunidad entra en crisis y su madre emprende un viaje para traerla de regreso, en un relato que combina tradición, espiritualidad y choque cultural.

“Estoy muy sorprendido, este proyecto nos ha cambiado la vida... Este Abrazo también se lo devuelvo, y con mucho afecto, desde las montañas de Bolivia, de Perú y de toda Latinoamérica”, expresó Olmos Torrico tras recibir el premio.

Otro de los grandes triunfadores de la gala fue Bajo el mismo sol, de Ulises Porra, ambientada en el Caribe colonial de 1819, que obtuvo tres reconocimientos: Premio del Jurado, Premio del Sindicato Francés de la Crítica de Cine y Premio de los Biarrots, otorgado por los vecinos de la ciudad francesa.

En cuanto a interpretación, el colombiano Ubeimar Ríos se llevó el galardón por su papel en Un poeta, mientras que Belén, debut como directora de la argentina Dolores Fonzi, obtuvo el Premio del Público en largometrajes de ficción.

La sección de documentales destacó a Toroboro: el nombre de las plantas, del ecuatoriano Manolo Sarmiento, mientras que en cortometrajes el boliviano Jim Paz Javier ganó con Herencia, y Alejandro Cervantes recibió mención especial por La Bestia.

El festival, que celebró su edición número 34, reafirma su papel como escaparate del cine latinoamericano en Europa, destacando la diversidad y el talento de los realizadores de la región.