Santa Cruz de la Sierra cerró la semana con el Concejo Municipal paralizado, sin sesiones ni avances legislativos, en medio de disputas internas y un ambiente político marcado por la campaña electoral. Mientras el alcalde Jhonny Fernández reclama la falta de tratamiento a proyectos importantes, desde el Legislativo lo acusan de descuidar sus funciones para enfocarse en actividades proselitistas con miras a las elecciones nacionales.

La ciudad atraviesa uno de los momentos más tensos de la gestión municipal. Las divisiones dentro del Concejo se acentuaron desde mayo, tras la renovación de la directiva, y se agravaron con la disputa interna del partido Unidad Cívica Solidaridad (UCS), que derivó en procesos por transfugio político contra los concejales Israel Alcócer y Silvana Mucarzel. La situación permitió al Tribunal Electoral Departamental (TED) acreditar a sus suplentes como titulares, aunque ahora se aguarda un pronunciamiento del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

La falta de sesiones ha generado retrasos en la aprobación de normativas y proyectos. El alcalde Fernández denunció que al menos dos iniciativas clave están estancadas en el Concejo, entre ellas el proyecto Ecopyme, que requiere la concesión de un espacio para su ejecución.

Por su parte, concejales opositores critican al burgomaestre por priorizar su presencia en actos políticos antes que la atención a los problemas administrativos, como los pagos a proveedores y la ejecución de obras.

Mientras los conflictos políticos se intensifican, la gestión municipal continúa en pausa, afectando directamente a la ciudadanía.