La ciudad de Aurora, en el estado de Colorado, se ha convertido en el centro de una narrativa que la vincula directamente con la expansión del Tren de Aragua, una peligrosa organización criminal de origen venezolano. Todo comenzó tras un violento crimen registrado en agosto de 2024, en el complejo de apartamentos Edge at Lowry, cuando un grupo armado ingresó al edificio y acribilló a un joven venezolano. El caso y el video del ataque, grabado por una vecina, se viralizaron rápidamente y fueron usados incluso en discursos de campaña del expresidente Donald Trump.

La víctima, Oswaldo José Dabión Araujo, de 25 años, murió en el lugar. Aunque las autoridades locales aún no han confirmado oficialmente vínculos directos con el Tren de Aragua, la especulación creció con la detención de varios migrantes de origen venezolano, algunos de los cuales tenían antecedentes penales o registros migratorios irregulares.

Medios conservadores, voceros políticos y redes sociales comenzaron a etiquetar a Aurora como el epicentro de la supuesta expansión del Tren de Aragua en territorio estadounidense. Este relato ha sido impulsado por el contexto electoral, el incremento de la migración venezolana, y el uso político del temor al crimen organizado extranjero.

Sin embargo, expertos en seguridad consultados por BBC Mundo señalan que, aunque es posible que miembros de la organización estén operando en EE.UU., no existen pruebas contundentes de que el Tren de Aragua tenga una estructura instalada en Aurora ni que actúe con la misma lógica de bandas en países como Colombia, Chile o Perú. El Departamento de Policía de Aurora tampoco ha confirmado la presencia organizada de esta banda.

La narrativa que vincula a Aurora con el Tren de Aragua mezcla hechos reales, como la creciente inseguridad en algunas zonas y la presencia de migrantes venezolanos, con especulaciones que responden tanto a intereses políticos como mediáticos. El fenómeno refleja más una construcción simbólica que una operación criminal estructurada y comprobada.