En una reaparición sobria y con semblante serio, el futbolista Dani Alves enfrentó la primera sesión del juicio por agresión sexual en la Audiencia Provincial de Barcelona. Tras más de un año en prisión provisional, escuchó impasible los relatos de la amiga y la prima de la víctima.

Sentado en el banquillo de los acusados y esposado, Alves mantuvo su seriedad mientras Ana M., amiga de la denunciante, narraba el momento en que las tres mujeres lloraron al enterarse de la supuesta agresión en la discoteca Sutton la madrugada del 31 de diciembre de 2022.

La víctima, protegida de la vista de periodistas, declaró detrás de un biombo y sin señal de vídeo, ratificando los detalles de su denuncia ante los Mossos d’Esquadra. La abogada de la víctima destacó que es "el final de todo esto para ella" en términos judiciales.

Las dos acompañantes de la joven testificaron que dudaron en denunciar, pero la víctima lo hizo para hacer justicia y no por dinero. Las testigos recordaron las palabras de su amiga y prima tras la presunta agresión, subrayando el daño físico y psicológico.

En la defensa, se intentaron señalar contradicciones en los testimonios de las testigos más cercanas a la denunciante. La abogada de Alves puso énfasis en estas "contradicciones", aunque recibió una reprimenda de la presidenta del tribunal. La jornada concluyó con la salida de Alves hacia los calabozos.