Un taxista fue arrestado por agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia por presuntos toques impúdicos a dos niñas de 11 y 10 años. Se alega que este individuo ganó la confianza de los padres para transportar a las menores hasta su unidad educativa, momento en el que habría cometido los abusos sexuales. Las niñas, bajo amenazas, no revelaron inicialmente los hechos.

Una de las víctimas finalmente confesó a su madre, quien presentó una denuncia formal. El acusado fue detenido por la policía y puesto a disposición del Ministerio Público, donde se espera que se tome una decisión sobre su situación legal y que posteriormente sea llevado ante un juez cautelar.

Este caso resalta la importancia de la pronta denuncia y la colaboración de la comunidad para proteger a los menores de posibles abusos, así como la acción rápida de las autoridades para detener y procesar a los presuntos agresores.