Cada 1 de junio se celebra el Día Mundial de la Leche, y en tiempos donde proliferan los suplementos no naturales para mejorar el rendimiento físico y prolongar la longevidad, la ciencia y la nutrición recuperan el valor de los alimentos reales, accesibles y culturalmente arraigados. Uno de ellos es la leche, reconocida por su densidad nutricional y su aporte clave en todas las etapas de la vida.

Más allá de modas o etiquetas, la incorporación de macronutrientes esenciales a través de alimentos naturales sigue siendo una de las mejores estrategias preventivas de salud. La leche, en particular, es una fuente completa de proteínas, vitaminas liposolubles (A y D), minerales como calcio y fósforo, y una gran aliada para el desarrollo y mantenimiento del sistema óseo y muscular.

“La leche es un alimento muy completo. Su matriz contiene nutrientes de alta densidad, aceptados por niños y adultos mayores, y con fuerte presencia cultural en nuestra alimentación cotidiana”, explicó a Infobae la licenciada en Nutrición Silvina Tasat, de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN).

Fortalece huesos, músculos e incluso el sistema inmune

Durante la infancia, la leche es esencial para el crecimiento y la formación de masa ósea. Hasta los 25 años, el cuerpo construye su reserva ósea, que será clave para evitar enfermedades como la osteoporosis en etapas posteriores.

A partir de la adultez, su función cambia: contribuye a conservar huesos fuertes y prevenir la sarcopenia, una afección que implica la pérdida progresiva de masa y fuerza muscular. “Cuando un músculo sano se inserta en un hueso fuerte, se sostiene la salud osteomuscular. Ahí la leche cumple un rol protagónico”, remarcó Tasat.

Además del calcio y las proteínas, la leche contiene fósforo, esencial para la mineralización ósea, y vitamina D, que favorece su absorción intestinal. También es fuente de magnesio, selenio y vitaminas del complejo B, incluidos B6 y B12, nutrientes fundamentales para el sistema inmune.

“Las proteínas de la leche aportan todos los aminoácidos esenciales, lo que las convierte en un recurso valioso para prevenir la pérdida muscular asociada al envejecimiento”, detalló la licenciada Alejandra De Dona, del departamento de Información Nutricional de Mastellone Hnos.

Estudios científicos validan su impacto positivo en la salud

Diversas investigaciones vinculan el consumo regular de lácteos con la prevención de enfermedades crónicas no transmisibles, como obesidad, hipertensión, osteoporosis y caries.

Un estudio reciente de la Universidad de Oxford, que analizó durante 16 años los hábitos de más de 540.000 mujeres, reveló que una ingesta diaria de 300 mg de calcio —equivalente a un vaso de leche— reduce un 17% el riesgo de cáncer colorrectal. La investigadora Keren Papier explicó que el calcio puede unirse a ácidos biliares y grasos libres, reduciendo su potencial de daño celular en el colon.

¿Cuánta leche deberíamos consumir al día?

Las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) recomiendan el consumo diario de tres porciones de lácteos (leche, yogur o queso), preferentemente descremados. Por ejemplo, una taza de leche, un vaso de yogur y una porción de queso permiten alcanzar la cantidad sugerida para cubrir las necesidades de calcio y proteínas.

Tasat aclara que estas pautas están basadas en evidencia científica y buscan garantizar el acceso a nutrientes esenciales sin excesos de grasas saturadas.

Aliada de deportistas y útil en dietas vegetales

Gracias a su perfil isotónico, la leche también actúa como bebida de recuperación post-ejercicio, ya que aporta líquidos, sodio, carbohidratos y proteínas de alta calidad. Su ingesta favorece la rehidratación y ayuda a reparar el tejido muscular.

En dietas basadas en plantas, si bien es posible cubrir los requerimientos de calcio con alimentos como legumbres, frutos secos y bebidas vegetales fortificadas, la planificación profesional es clave. “El riesgo está en no alcanzar los niveles adecuados si no se controla”, advirtió Tasat.

De la nutrición a la cocina: versatilidad con beneficios

La leche no solo se consume como bebida: es ingrediente central en salsas, sopas, purés, postres, licuados y más. Su versatilidad la hace fácil de incorporar en preparaciones saludables y sabrosas, sin perder sus propiedades nutricionales.

En el marco del Día Mundial de la Leche, la empresa Mastellone Hnos. lanzó una campaña solidaria con la donación de 50.000 litros de leche a instituciones y hospitales del país, equivalente a 250.000 vasos. Entre los beneficiarios están CONIN Mendoza, Bancos de Alimentos y centros de salud de General Rodríguez, Mercedes, Canals y Trenque Lauquen.