Fluminense dejó escapar una valiosa oportunidad en su debut en el Mundial de Clubes tras empatar sin goles ante el Borussia Dortmund, en un partido donde los brasileños fueron superiores pero no supieron concretar las ocasiones. La gran figura del encuentro fue el arquero suizo Gregor Kobel, quien salvó en varias ocasiones al equipo alemán con intervenciones determinantes.

Desde el primer minuto, Fluminense mostró una clara intención ofensiva. Jhon Arias, elegido mejor jugador del partido, fue el más desequilibrante, generando peligro constante por su banda. A pesar de dominar la posesión y generar múltiples oportunidades, el equipo de Renato Gaúcho falló en la definición. El portero del Dortmund evitó el gol en una doble atajada sensacional en la segunda mitad, primero a Everaldo y luego a Nonato.

El Dortmund, por su parte, fue poco contundente. Su principal aviso llegó a la media hora de juego, cuando Adeyemi desbordó y generó una jugada de peligro que Guirassy no logró concretar por escasos centímetros. Durante el encuentro debutó Jobe Bellingham, hermano de Jude, pero el aporte del joven inglés no fue suficiente para romper el equilibrio.

El resultado dejó la sensación de que Fluminense mereció más, pero la falta de puntería y el nivel de Kobel mantuvieron con vida a los alemanes. Ahora, ambos equipos deberán buscar con urgencia los puntos en su próximo partido para aspirar a avanzar en el torneo.