El Gobierno nacional de Bolivia, a través del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, ha informado que tiene preparado el proyecto de reversión del oleoducto Sica Sica – Arica. Este plan tiene como objetivo la importación de petróleo crudo para su procesamiento en las refinerías locales, con el fin de reducir los gastos en subvenciones de carburantes, que se proyectan en un presupuesto de Bs 9.803 millones para el año 2024.

El titular de la cartera de Hidrocarburos, Franklin Molina, mencionó que "ya está todo listo" en referencia al proyecto. En julio del año pasado, el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco, sostuvo conversaciones en Santiago con la vicecanciller chilena, Gloria de la Fuente, para abordar la modernización del oleoducto que conecta Sica Sica en La Paz con el puerto de Arica en Chile.

Molina explicó que la reversión del oleoducto implicará la instalación de estaciones de bombeo para elevar el crudo a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, cruzar la Cordillera de los Andes y luego transportarlo a las refinerías bolivianas. Bolivia cuenta con la capacidad de refinar crudo en las plantas Gualberto Villarroel en Cochabamba y Guillermo Elder Bell en Santa Cruz.

El acuerdo del oleoducto Sica Sica - Arica se suscribió en 1957 en el marco del Tratado de Complementación Económica (ACE-22), y la red comenzó a operar en 1961 para exportar el crudo producido en los campos de Camiri. En años recientes, solo se exportaba crudo reconstituido (Recon). Molina no proporcionó detalles sobre los montos de inversión ni la fecha de inicio de las obras, pero destacó que el proyecto está listo para su implementación.