La inflación en Bolivia experimentó una disminución en febrero, alcanzando un 1,26%, en comparación con el 1,95% registrado en enero, según informó Humberto Arandia, director del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Esta caída se atribuye principalmente a la reducción en los precios del pollo, la papa y el transporte interdepartamental. Sin embargo, la carne de res mantuvo su precio estable.

Aumento de precios en algunos productos A pesar de la reducción general de la inflación, algunos productos vieron un incremento significativo en su precio. El tomate, por ejemplo, aumentó un 30% debido a problemas en el transporte. Los útiles escolares también encarecieron con el inicio de clases, mientras que las tarifas de minibuses subieron en La Paz, lo que generó un impacto en el costo del transporte público.

Arandia advirtió que el ajuste en las tarifas del transporte público podría afectar la inflación en marzo, anticipando que este aumento tendrá un efecto directo en el índice de precios del próximo mes.

El impacto de la menor producción de soya y la escasez de divisas En cuanto al comercio exterior, Arandia explicó que la caída en las exportaciones se debe a una disminución de la producción de soya, la cual ha caído un 40% en su cosecha de invierno debido a la sequía. Esto ha afectado los ingresos nacionales y, por ende, la balanza comercial del país, así como la disponibilidad de divisas.

Carne de res: precios estables sin justificación clara Respecto al precio de la carne de res, el director del INE señaló que su costo sigue siendo alto, aunque no existe una justificación técnica clara para ello. Atribuyó este fenómeno a decisiones dentro del sector ganadero, y expresó que se espera que las medidas en curso contribuyan a estabilizar el mercado.

En relación a la escasez de dólares y diésel, Arandia opinó que la polémica en torno a estos temas tiene un trasfondo político, lo que ha generado controversias en el debate público.