Irán atacó a Israel con misiles en represalia por la muerte de Ismail Haniye, líder político de Hamás, y Hasán Nasralá, secretario general de Hezbolá.

La Guardia Revolucionaria iraní anunció el ataque en respuesta al "martirio" de estos líderes y del comandante Abbas Nilfroushan.

El bombardeo, que tuvo como objetivo el "corazón de los territorios ocupados", ha generado celebraciones en Beirut y Teherán. Irán advirtió que si Israel responde, enfrentarán "ataques aplastantes" en represalia.

Nasralá y Nilfroushan murieron en un ataque selectivo de las Fuerzas de Defensa de Israel en Beirut, mientras que Haniye fue asesinado en un bombardeo en Teherán el pasado 31 de julio.

La misión de Irán ante la ONU calificó el ataque como una respuesta "legal y legítima" a los actos terroristas de Israel y advirtió a los países aliados del "régimen sionista" que se mantengan alejados.