Casi un mes después de recuperar su libertad, la expresidenta Jeanine Áñez volvió a hablar públicamente en una entrevista desde Trinidad, donde intenta retomar su vida tras permanecer 1.701 días privada de libertad en una cárcel de La Paz. Recordó entre lágrimas que no pudo asistir al entierro de su madre y pidió perdón a sus hijos por el impacto que vivieron durante su detención.

Áñez señaló directamente a Luis Arce y Evo Morales como responsables de haberla convertido en “presa política”. Denunció una “saña sin misericordia” y aseguró que, aunque no guarda rencor, buscará justicia contra quienes —según afirma— manipularon el sistema judicial para mantenerla en prisión. “Se fue el ogro y las cosas cambiaron”, expresó al relatar el momento en que recuperó la libertad.

La exmandataria recordó que, tras salir de la cárcel, decidió guardar silencio para reencontrarse con su familia, reflexionar y “volver a respirar libertad”. Afirmó que durante los años que estuvo detenida no existían condiciones para una defensa y que enfrentó audiencias continuas, desgaste emocional y un proceso que calificó como inhumano. Añadió que optó por no tener abogados porque —según dijo— no veía posibilidades reales de justicia.

Durante la entrevista relató que su fe fue el sostén principal para resistir los momentos más difíciles, incluida la incertidumbre diaria en el penal de Miraflores y los episodios que afectaron también a su hija. Contó que en ese tiempo escribió un libro y se dedicó a manualidades y costura para sobrellevar el encierro.

Áñez también habló sobre amistades que hizo en la cárcel, a quienes planea visitar en La Paz, y recordó episodios de hostigamiento que, según dijo, provinieron de dos directoras del penal. Explicó que el maltrato hacia su hija fue uno de los momentos más dolorosos de su reclusión.

Al referirse a su retorno a Trinidad, mencionó que lo más duro fue afrontar la pérdida de su madre y de su tía sin poder acompañarlas. Actualmente, afirma que continúa adaptándose a su vida fuera del penal, disfrutando de su familia y su mascota, y retomando actividades personales.

Sobre su futuro político, sostuvo que no tiene planes de asumir candidaturas, aunque está participando en la búsqueda de una propuesta de consenso para las elecciones subnacionales. Señaló que quiere aportar a la democracia desde donde le toque y que continuará contando su experiencia para defender la libertad y los derechos humanos.

Áñez recordó el momento en que salió del penal con una bandera tricolor, describiéndolo como un instante de “respirar libertad”. Aseguró que a los presos políticos se les ha devuelto la esperanza de contar con una justicia imparcial. También reafirmó sus críticas hacia Arce y Morales, a quienes identificó como parte del “ogro” al que responsabiliza por su encarcelamiento.

Finalmente, expresó que lo primero que hizo al quedar en libertad fue pedir perdón a sus hijos, reconociendo que ellos no tenían culpa por las decisiones que la llevaron a la situación que vivió.