La internacional española y reconocida futbolista Jenni Hermoso ha emitido un comunicado este viernes, acompañada por cerca de 80 jugadoras, en el que afirma que "en ningún momento" consintió el beso del presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales. Las declaraciones de Hermoso, respaldadas por sus compañeras campeonas del mundo, han generado un profundo revuelo en el mundo del deporte y han llevado a una amenaza colectiva de no volver a representar a la selección si Rubiales no abandona su cargo.

El controvertido incidente ocurrió en la ceremonia de entrega de medallas del Mundial, después de que España se consagrara campeona venciendo a Inglaterra 1-0. Rubiales sorprendió a todos al darle un beso en la boca a Jenni Hermoso mientras sujetaba su cabeza. Las imágenes se volvieron virales en todo el mundo y generaron un debate sobre los límites del respeto y la igualdad en el deporte.

En respuesta a la versión de Rubiales de que el beso fue "espontáneo, mutuo, eufórico y consentido", Jenni Hermoso ha declarado contundentemente que no consintió el beso y que en ningún momento buscó alzar al presidente. Hermoso expresó su frustración por las palabras de Rubiales y dejó claro que no tolerará que se ponga en duda su palabra ni que se inventen declaraciones que no ha hecho.

El comunicado, firmado por un grupo considerable de futbolistas, incluyendo a las 23 campeonas del mundo, condena enérgicamente el comportamiento que "ha atentado contra la dignidad de las mujeres" y exige respuestas contundentes de las autoridades para que acciones como estas no queden impunes. Las jugadoras han hecho un llamado a cambios estructurales en la Federación Española de Fútbol y amenazan con no volver a la selección si los actuales dirigentes no abandonan sus puestos.

Jenni Hermoso también recurrió a sus redes sociales para reforzar su posición, afirmando que se sintió "vulnerable y víctima de una agresión" debido al beso de Rubiales. La jugadora ha manifestado que no fue respetada y que ha estado bajo presiones para dar testimonios que no reflejaban sus verdaderas sensaciones. De manera firme, ha anunciado su decisión de no volver a jugar para la selección mientras los actuales dirigentes permanezcan en sus cargos.

En un momento en que el fútbol femenino español celebra su mayor éxito deportivo con el título mundial, este incidente y la respuesta de las jugadoras plantean cuestionamientos importantes sobre la equidad y el respeto en el deporte y resaltan la necesidad de cambios significativos en la estructura y cultura deportiva del país.