La Met Gala, considerada uno de los eventos más exclusivos de la moda, ha trascendido de ser una cena benéfica a una plataforma global de poder cultural y político.

Este evento, que se celebra anualmente en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, no solo es una vitrina de tendencias, sino una declaración de identidades y discursos sociales.

Con un precio de entrada que ha ido en aumento, asistir a la gala se ha convertido en un símbolo de estatus. En 2024, los boletos individuales alcanzaron los 75.000 dólares, y reservar una mesa completa puede costar entre 200.000 y 350.000 dólares.

Las marcas que patrocinan el evento invierten cifras millonarias para asegurar un lugar en la visibilidad global, con ejemplos como Yahoo, que en 2015 gastó 3 millones de dólares por dos mesas.

Más allá del glamour de la alfombra roja, la organización de este evento implica inversiones millonarias en logística, montaje y preparación.

Se estima que el montaje del evento cuesta cerca de 3,5 millones de dólares, y la recaudación para el Costume Institute en 2023 superó los 22 millones de dólares.

La Met Gala se celebra en la cúspide de la moda, pero también es un escaparate de poder, donde cada aspecto, desde los atuendos hasta la cena, está cuidadosamente orquestado para crear una experiencia única y elitista.

En 2025, la temática "Superfine: Tailoring Black Style" rendirá homenaje a la influencia afroamericana en la moda, reafirmando la gala como un vehículo de cambio cultural.