Tragedia en Israel: Más de 260 civiles muertos en ataque yihadista durante festival de música

Lo que debería haber sido una noche de música y celebración se convirtió en una pesadilla inimaginable en el sur de Israel al amanecer del sábado. Más de 1,000 yihadistas, aprovechando una lluvia de cohetes como distracción, invadieron el área en un ataque que ha conmocionado a la nación y al mundo entero. Los rescatistas que llegaron al escenario de horror describen la escena como "un acto de asesinato a sangre fría".

El festival Supernova, celebrado en una remota zona del sur de Israel, cerca de la frontera con la Franja de Gaza, atrajo a miles de jóvenes que disfrutaban de la música y la diversión durante toda la noche. Sin embargo, la alegría se desvaneció cuando más de 1,000 terroristas de Hamas cruzaron la frontera de Gaza hacia Israel en motocicletas, camionetas, lanchas rápidas y planeadores motorizados, algunos de los cuales sobrevolaron el festival en un escalofriante video ampliamente compartido en Internet.

Una vez que los terroristas irrumpieron en el festival, comenzaron a disparar indiscriminadamente contra la multitud, causando pánico y caos. Los asistentes al festival se vieron obligados a esconderse entre la maleza y correr por sus vidas mientras los terroristas les disparaban. Algunos de los presentes lograron capturar en video momentos aterradores de la masacre, mientras que otros enviaron mensajes de despedida a sus seres queridos.

La situación empeoró cuando los terroristas tomaron a varios asistentes como rehenes, lo que se evidenció en videos compartidos en las redes sociales, incluido un desgarrador video de Noa Argamani, una joven de 25 años, pidiendo ayuda mientras era secuestrada. Otro video filmado desde un automóvil mostraba cómo los terroristas armados ejecutaban a civiles mientras yacían en la arena antes de registrar sus pertenencias y vaciar las bolsas de sus coches.

Las imágenes aéreas obtenidas por AFP después del ataque mostraban decenas de coches calcinados en el arcén de la carretera que salía del recinto del festival, un testimonio desgarrador de la violencia que se desató. Según el servicio de rescate israelí Zaka, al menos 260 cadáveres han sido recuperados hasta el momento, lo que representa más de un tercio del total de víctimas mortales del asalto de Hamas, estimado en más de 700 por el ejército israelí.

Moti Bukjin, portavoz de Zaka, quien trabajó en el lugar de la tragedia, describió la escena como "una masacre a sangre fría de una forma inconcebible" y explicó que muchos de los cadáveres mostraban signos de ejecución con disparos en la cabeza o vehículos incendiados. También mencionó que algunos de los muertos intentaron escapar a pie y fueron asesinados mientras huían.

Mientras el ejército israelí anunciaba que había recuperado el control de las comunidades cercanas a Gaza de manos de los combatientes de Hamas, Zaka se preparaba para recoger los cadáveres de esas comunidades, que incluyen ancianos, niños y bebés. La tragedia ha dejado una herida profunda en Israel y en el corazón de aquellos que han presenciado la horrorosa masacre. El mundo espera conmoción y solidaridad mientras se intenta comprender la magnitud de esta tragedia sin precedentes.