En una operación de alta tensión, un contingente de aproximadamente 350 efectivos policiales llevó a cabo una persecución contra un grupo de avasalladores que tomaron por la fuerza varios predios en la provincia de Guarayos, Santa Cruz. El incidente se desencadenó tras una violenta incursión en la que los invasores golpearon brutalmente a un trabajador agrícola.

El conflicto comenzó cuando la policía ingresó a los terrenos ocupados y un grupo de avasalladores atacó a un trabajador, propinándole golpes con puños y piedras mientras operaba un tractor. En respuesta, las autoridades iniciaron una persecución para capturar a los agresores, quienes huyeron en motocicletas. Durante la fuga, uno de los avasalladores abandonó su motocicleta y se internó en el monte, logrando evadir temporalmente a las fuerzas del orden.

La víctima, visiblemente afectada, relató el violento episodio: "Unas cinco personas me tiraban ‘jones’ y hubo uno que me logró; yo le dije que solo era un trabajador". El trabajador explicó que, de no haber continuado en su tractor, la agresión podría haber sido aún más severa. Según su testimonio, los atacantes lo amenazaron con que llegarían más personas para tomar la propiedad, instándole a abandonar el lugar.

A pesar de la huida de uno de los avasalladores, la policía mantuvo su presencia en la zona, continuando con las labores de búsqueda y captura. Este incidente subraya la creciente problemática de los avasallamientos en la región y la respuesta decidida de las autoridades para restablecer el orden y proteger a los trabajadores afectados.