El abandono de Angela Carini y la controversia sobre la elegibilidad de género de Imane Khelif generan debate en el mundo del deporte

El enfrentamiento entre la italiana Angela Carini y la argelina Imane Khelif en los octavos de final de la categoría hasta 66 kilos del boxeo femenino en los Juegos Olímpicos de París 2024 ha desatado una fuerte polémica. Carini decidió abandonar el combate menos de un minuto después de comenzar, citando un dolor intenso tras recibir varios golpes de su oponente.

Khelif, que había sido descalificada del Mundial de 2023 por no superar las pruebas de género, está en el centro de la controversia. Aunque la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) la excluyó debido a niveles de testosterona superiores a la media femenina, el Comité Olímpico Internacional (COI) permitió su participación en París basándose en criterios de elegibilidad específicos.

Carini, visiblemente afectada tras recibir dos golpes en la nariz, expresó su dolor y decisión de retirarse: “Recibí dos golpes en la nariz y ya no respiraba, me dolía mucho, fui a ver al maestro Renzini y con madurez y valentía le dije basta”. Estas declaraciones reavivaron el debate sobre la participación de Khelif y otras deportistas en situaciones similares.

El trasfondo del caso radica en que Khelif, así como la taiwanesa Lin Yu-ting, fueron excluidas del campeonato mundial del año pasado por no cumplir con las pruebas de elegibilidad de género. Sin embargo, el COI decidió permitir su participación en los Juegos Olímpicos, basándose en controles hormonales y científicos que consideran adecuados.

El presidente argentino Javier Milei, conocido por sus declaraciones controvertidas, criticó duramente la participación de Khelif y la calificó de “injusta”. Milei, en un tweet, atacó a quienes defienden la inclusión de Khelif, llamándolos “boluprogres” y acusándolos de ignorar argumentos lógicos en favor de una agenda progresista.

En respuesta a las críticas, Khelif ha defendido su posición y ha denunciado lo que considera un complot en su contra. “Me dijeron que presentaba características que significaban que no podía boxear contra mujeres. Es un gran complot. Hay gente que ha conspirado contra Argelia para que esta bandera no sea izada y que no obtenga la medalla de oro”, afirmó en declaraciones anteriores.

El Comité Olímpico y Deportes de Argelia ha respaldado a Khelif, condenando las difamaciones y defendiendo su derecho a competir. En contraste, en Italia, la derrota de Carini ha suscitado un intenso debate sobre la equidad y la seguridad en el deporte femenino.

La participación de Khelif en París ha reavivado la discusión sobre las normativas de elegibilidad en el deporte, especialmente en categorías de contacto físico como el boxeo. Mientras el COI sostiene que todos los atletas compiten cumpliendo con las reglas de elegibilidad, la diferencia de criterios con la IBA ha generado confusión y controversia.

Khelif enfrentará en la siguiente ronda a la vencedora del duelo entre la húngara Luca Hámori y la australiana Marissa Williamson. La controversia sobre su participación y la de Lin Yu-ting continúa, con implicaciones significativas para el futuro de las políticas de inclusión en el deporte.