En una operación llevada a cabo por la EPI-8 el 26 de noviembre, se detuvo a Kaique Antonio Rodrigues de Melo, Fernando Rocha Marques, y Gabriel Alduvar Medina Valencia por presunta tenencia ilícita de arma de fuego. La acción policial se desencadenó tras el hallazgo de un arma calibre 9 mm y marihuana en un vehículo controlado por la policía.

Durante la investigación, se descubrió que el arma fue recuperada de una propiedad en la Zona Ucebol, donde, con la autorización de la propietaria, se encontró una pistola Glock con 15 proyectiles. Este hallazgo llevó a la detención de los ciudadanos brasileños Leonardo Alvim Tristao, Caio Oderilson Da Silva Duarte (Igor Oliveira de Campos), Isabela de Lima Wilfer, y Amanda Silva Batista.

Se reveló que Caio Oderilson Da Silva Duarte, en realidad, sería Igor Oliveira de Campos, líder estatal en Mato Grosso de la organización criminal "Primer Comando Capital" (PCC) de Brasil. Campos tiene una orden de aprehensión por asociación de tráfico y tráfico de drogas en Brasil, y según las autoridades, actualmente se encuentra prófugo.

Las autoridades sugieren que estos individuos, presumiblemente parte de una organización criminal, ingresaron al país de manera irregular con el propósito de cometer diversos delitos. La detención de estos presuntos criminales pone de manifiesto la presencia de organizaciones delictivas transnacionales en Bolivia.