El Tribunal de Sentencia Nº 7 de Santa Cruz dictó condenas de cinco y cuatro años de prisión contra los propietarios de una sala de juego clandestina donde operaban 60 máquinas sin autorización de la Autoridad de Fiscalización del Juego (AJ).

Según la sentencia, la persona con iniciales Y.C.C. fue hallada culpable del delito de Enriquecimiento Ilícito de Particulares con Afectación al Estado, mientras que K.G.C. recibió una pena de cuatro años por Favorecimiento al Enriquecimiento Ilícito.

La sanción se produjo tras una intervención de la AJ, que decomisó las máquinas y posteriormente las destruyó en coordinación con la empresa Recuperadora de Metales Bolivia S.R.L. (RECUMET), evitando su reutilización en el mercado.

La AJ recordó que estos lugares carecen de control, medidas de seguridad y mecanismos de prevención de la ludopatía. Además, instó a la ciudadanía a denunciar los juegos ilegales físicos o virtuales mediante su portal oficial.