En un partido de despedida muy esperado, Boca Juniors venció 5-3 a la Selección Argentina en la Bombonera. Juan Román Riquelme, ídolo de Boca, tuvo su ansiada despedida en un evento emocionante que contó con la presencia de Lionel Messi y otros invitados destacados. Después de varios años desde su último partido profesional, Riquelme cerró oficialmente su carrera como jugador en su amado estadio y puso fin a una despedida pendiente.

El hecho de que Riquelme no haya tenido su retiro en Boca Juniors, sino en Argentinos Juniors, hacía necesaria esta jornada especial para que los fanáticos pudieran ver una vez más a su ídolo en el césped de La Bombonera, que él considera como el "patio de su casa". Conmovido, Riquelme quedó inmóvil durante unos minutos mirando hacia las tribunas, plenamente consciente de que estaba viviendo un momento inolvidable.

El partido comenzó después de una presentación extensa y algo caótica. Los entrenadores invitados fueron Carlos Bianchi, Alfio "Coco" Basile y José Pekerman. El ritmo del juego fue pausado y distendido, como suele ser en este tipo de encuentros. Boca alineó a los amigos más cercanos de Riquelme, incluyendo a campeones de la Copa Libertadores de 2000 y 2001, junto con los del 2007. Lionel Messi también anotó un gol, siguiendo la tradición de marcar en los partidos de despedida. El resultado final fue 5-3 a favor de Boca, aunque el marcador resultó ser algo anecdótico.

Uno de los momentos más emotivos fue cuando el hijo de Riquelme, Agustín, ingresó al campo de juego. El ídolo tuvo el placer de compartir la cancha con su hijo, a quien siempre ha señalado como el motivo por el cual decidió regresar al club como directivo. Más allá de su actual rol en la institución, la historia de Riquelme en Boca Juniors como jugador merecía un final como este, y el partido de despedida fue un homenaje apropiado a su legado en el club.