El desabastecimiento de combustibles sigue siendo un grave problema en Santa Cruz, donde los surtidores privados no han recibido las asignaciones necesarias para satisfacer la alta demanda de gasolina y diésel, lo que ha generado largas filas de vehículos y una creciente preocupación entre los ciudadanos y sectores productivos. Ante esta situación, la Asociación de Surtidores Privados de Santa Cruz (Asosur) ha declarado un estado de emergencia, debido a la falta de suministro adecuado de combustibles y la incapacidad de los surtidores para cubrir la demanda.

Según el reporte de Asosur, desde hace varias semanas se ha registrado una disminución en la asignación de combustibles a las estaciones de servicio privadas, lo que ha afectado gravemente el normal funcionamiento del mercado local. "Solicitamos todos los días mayores volúmenes de combustible, ya que nuestra meta es satisfacer la demanda interna. Lamentablemente, no estamos recibiendo lo que necesitamos", declaró Susy Dorado, presidenta de Asosur Santa Cruz. La dirigente subrayó que esta situación no solo afecta a los consumidores en la ciudad, sino que también ha comenzado a repercutir en las áreas rurales, donde el desabastecimiento es aún más crítico.

La situación ha llevado a Asosur a proponer una solución inmediata: la libre importación y comercialización de combustibles. De acuerdo con la propuesta de la entidad, permitir la importación de combustibles por parte de los surtidores privados contribuiría a regularizar el problema de abastecimiento, al mismo tiempo que garantizaría una competencia más equitativa en el sector. "Con la libre importación, podríamos regularizar el abastecimiento, ya que los surtidores privados contamos con la logística necesaria, así como con la infraestructura adecuada para hacerlo", explicó Dorado. Además, resaltó que existen tres plantas de almacenamiento privadas en Santa Cruz, las cuales tienen la capacidad para almacenar y distribuir los combustibles de manera eficiente.

Actualmente, Santa Cruz enfrenta una grave escasez de gasolina, con una reducción drástica en la asignación diaria de combustible. Según datos proporcionados por Asosur, se requieren aproximadamente 3 millones de litros de gasolina al día para cubrir la demanda de la población y los sectores productivos, pero la cantidad asignada actualmente es apenas la mitad de esa cifra. Esta reducción no solo afecta a los conductores, sino también a la industria, el transporte público y las actividades agrícolas que dependen del combustible para su operación.

El desabastecimiento de combustibles ha comenzado a tener repercusiones más allá de la incomodidad de los ciudadanos. Sectores clave de la economía cruceña, como el transporte y la agricultura, han visto afectada su capacidad operativa debido a la falta de combustible. Las largas filas en los surtidores no solo generan inconvenientes para los conductores, sino que también interrumpen las actividades de producción y distribución de productos esenciales.

El problema ha llevado a algunos empresarios a solicitar la intervención del gobierno para encontrar una solución urgente a la crisis. A pesar de los esfuerzos de Asosur y otras entidades privadas, la situación sigue siendo crítica y ha alimentado el debate sobre la necesidad de abrir el mercado de importación de combustibles en Bolivia.

Ante la creciente presión, la Asociación de Surtidores Privados de Santa Cruz no solo ha pedido soluciones inmediatas para aliviar el desabastecimiento, sino también una reflexión sobre cómo abordar este problema a largo plazo. "Es importante que el gobierno considere alternativas viables para garantizar un suministro constante y suficiente de combustibles, ya que la situación afecta no solo a los consumidores, sino también a la estabilidad de la economía del departamento", concluyó Dorado.