Los trabajadores de salud de Santa Cruz iniciaron este martes un nuevo paro de actividades movilizado de 72 horas, afectando nuevamente a la población en centros de salud y hospitales públicos. Esta drástica medida, que se extenderá hasta el jueves, se suma al piquete de huelga de hambre que continúa instalado en predios de la Alcaldía cruceña. La Federación de Trabajadores en Salud de Santa Cruz acata la medida de forma disciplinada.

Las acciones del sector responden a un pliego de reclamos centrado en la exigencia del pago de sueldos devengados y la garantía de estabilidad laboral para varios trabajadores. Robert Hurtado, secretario ejecutivo de la federación, indicó que la medida se determinó ante la falta de avances concretos en las negociaciones con la Gobernación y el Gobierno Autónomo Municipal de Santa Cruz (GAMSC). Hurtado enfatizó que, aunque las autoridades mencionan progresos, no han comunicado ningún plan oficial al sector.

Entre las demandas específicas, los trabajadores reclaman el pago del bono de vacunación al 100% de los afiliados y no solo a una parte de ellos, así como el pago de un retroactivo adeudado por la Alcaldía. Además, exigen la firma de una adenda para la reincorporación a planilla de 22 trabajadores y la renovación inmediata de sus contratos. Estas peticiones buscan asegurar tanto la estabilidad económica como laboral del personal.

La semana pasada, el sector ya había cumplido un paro movilizado de 48 horas que no generó soluciones por parte de las autoridades departamentales y municipales. Tras una reunión de evaluación, la Federación determinó endurecer la protesta con un paro de 72 horas, escalando las medidas de presión. La población de Santa Cruz ha sido la más perjudicada con una decena de paros en lo que va del año.

El Comité Ejecutivo Departamental de la Federación de Trabajadores en Salud de Santa Cruz reafirmó que están dispuestos a dialogar. No obstante, exigen a las autoridades del GAMSC y de la Gobernación que demuestren voluntad de resolución y presenten propuestas claras para levantar las medidas. La población espera una pronta solución que evite el colapso del servicio de salud pública.