En El Alto las prácticas de la población están marcadas por el carácter respetuoso a la interculturalidad, es por ello que en Semana Santa la población practica costumbres religiosas católicas, cristianas y también desarrolla otras actividades ancestrales que tienen vínculo con la época de la cosecha.

“Vivimos en estas épocas de cosecha entre el campo y la ciudad, estamos entretejidos por las prácticas culturales teológicas, católicas, pero también por las prácticas ancestrales”, expresó el Coordinador Cultural, Juan Carlos Nina.

Según Nina, en la fe católica en Semana Santa se celebran tres acontecimientos: la pasión, muerte y resurrección de Jesús, algunos acostumbran visitar las iglesias y otros cocinan al menos cinco platos de doce. También hay personas evangélicas que aprovechan estas fiestas para hacer sus encuentros en algunas comunidades y celebrar bautizos.

Pero también varias familias alteñas viajan a sus comunidades, porque la Semana Santa marca el tiempo de cosecha, “también las familias hacen la watia, que consiste en que las primeras papas que se cosechan las hacen cocer en piedra”, dijo el servidor público.

Explicó que en la urbe alteña coinciden varias prácticas, pero con un respeto a la diversidad cultural, donde se vive la fiesta de Semana Santa, también un inicio del tiempo de la cosecha.

“En Semana Santa nosotros descansamos, vamos a las iglesias en la tarde a dar las gracias al Señor, también viajamos a nuestro pueblo donde hay también iglesias, vamos con nuestros hijos”, contó Blanca Diaz, vecina alteña, quien acostumbra a la vez cocinar pescado, papas a la huancaína, ají de arvejas, entre otros platos.