La cantante colombiana Shakira confesó que, tras cada presentación de su gira Las mujeres ya no lloran World Tour, la adrenalina le impide dormir de inmediato, lo que afecta su descanso. En una entrevista con el medio mexicano N+, la artista compartió detalles sobre su rutina y cómo enfrenta la exigencia física de estar en el escenario por más de dos horas y media.

"Me duermo muy tarde, la verdad. Acaba el show y no sé, salgo de aquí como a las 2 o 3 de la mañana. Ya vengo como si hubieran metido los dedos en el enchufe. Es difícil bajar la adrenalina”, reveló.

Disciplina y preparación constante

A pesar del cansancio, Shakira sigue un estricto régimen de preparación antes de cada concierto: “Aquí vengo con varias horas de antelación, hago un poco de ejercicio, estiro, me preparo, me maquillo, me peino y otra vez”.

Conocida por su energía en el escenario y su icónico movimiento de caderas, la barranquillera cuida su cuerpo al máximo. Aunque su descanso es limitado, intenta recuperar fuerzas en sus días libres, disfrutando de actividades con sus hijos, Milan y Sasha.

"Si tengo un día libre, intento sacarlos a pasear, llevarlos a algún museo. Entre los tres nos entendemos bien porque somos muy energéticos”, contó la artista.

Una conexión especial con el público

Durante su paso por México, Shakira destacó la conexión que siente con sus seguidores: “Estoy encantada con el trato, con el cariño, no me quiero ir… y si me voy, voy a volver”.

Para la cantante, cada show es más que un concierto, es un espacio de sanación: “Cómo me han reparado el alma, cómo cada noche cantan desde la primera hasta la última, ríen, bailan, lloran, reflexionan conmigo”.

Transformando el dolor en poder

Shakira también habló sobre cómo ha convertido sus experiencias personales en fuerza creativa: “Todo ese dolor, toda esa rabia, lo transformé en creatividad y productividad para reconstruirme”.

Finalmente, cuando le preguntaron qué canción elegiría para cantar el resto de su vida, la colombiana se negó rotundamente a responder: “No, no me hagas eso. No seas cruel. No puedo, no puedo”.

Con una gira en marcha y una energía inagotable, Shakira sigue demostrando que su amor por la música y su conexión con el público son su mayor motor.