En medio de una creciente pugna interna dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), dos legisladores con enfoques diferentes, conocidos como "arcistas", han reavivado el debate sobre la reducción de las plantaciones legales de hoja de coca en la región del Trópico de Cochabamba. Esta controvertida propuesta ha generado nerviosismo en la zona, que históricamente ha sido un bastión del ala "evista" del partido. Incluso, un diputado representante de la zona ha advertido sobre una posible revuelta popular en respuesta a esta iniciativa.

Este conflicto surge en un momento crítico, ya que el gobierno de Luis Arce Catacora ha identificado al Trópico de Cochabamba como la región con mayor actividad del narcotráfico en Bolivia, debido a la cantidad de laboratorios y fábricas de droga destruidas desde 2020. Además, el bloque "evista" se prepara para celebrar el congreso ordinario del MAS en esta región, donde se definirá el futuro del partido de cara a las elecciones nacionales de 2025.

Los miembros del bloque "evista", liderados por el expresidente Evo Morales, han acusado al Gobierno de Arce de estigmatizar al Trópico de Cochabamba. Morales llegó incluso a afirmar que las fuerzas antidroga habían creado fosas para desprestigiar la zona, una acusación que fue refutada por la unidad antidroga con un comunicado que tildó al líder cocalero de mentiroso.

La tensión aumentó con la fiscalización realizada por Impuestos Nacionales a los eventos conocidos como la "Copa Evo" en Villa Tunari, que determinó la necesidad de pagar impuestos por la venta de entradas. Morales consideró esta medida como una represalia.

En este contexto, los diputados "arcistas" Freddy Velásquez y Andrés Flores propusieron modificar la Ley 906 de Coca para reducir el número de plantaciones legales en el Trópico de Cochabamba, argumentando que la mayor parte de la coca para el consumo tradicional se produce en los Yungas de La Paz y que los líderes del Chapare no han demostrado la necesidad de producir más de 3.200 hectáreas.