El presidente de Estados Unidos anunció que la medida entrará en vigor el próximo 4 de junio. Asegura que fortalecerá el control nacional sobre la emblemática U.S. Steel.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes un drástico incremento en los aranceles a las importaciones de acero y aluminio, pasando del 25% al 50%, como parte de una estrategia para “proteger” la industria nacional de lo que calificó como “influencia extranjera y competencia injusta”.

El anuncio fue realizado en un mitin en la ciudad de Pittsburgh, Pensilvania, frente a cientos de trabajadores acereros, donde Trump celebró también la inversión de la empresa japonesa Nippon Steel en la estadounidense U.S. Steel. “Vamos a subir los aranceles sobre el acero en Estados Unidos, lo que asegurará aún más la industria siderúrgica en el país”, sostuvo.

Más tarde, el mandatario republicano utilizó su red Truth Social para oficializar la fecha de entrada en vigor de la medida: el miércoles 4 de junio. “Es para mí un gran honor elevar los aranceles sobre el acero y el aluminio del 25% al 50%. Nuestras industrias están volviendo como nunca antes”, escribió.

Según datos oficiales, el precio de los productos siderúrgicos ha aumentado aproximadamente un 16% desde que Trump regresó a la presidencia en enero de este año.

El mandatario también reiteró su compromiso de mantener bajo control estadounidense a la histórica U.S. Steel. Aunque durante su campaña electoral había prometido bloquear el intento de adquisición de la empresa por parte de Nippon Steel, ahora reconoció un acuerdo preliminar que permitiría una “propiedad parcial” por parte de la compañía japonesa. Sin embargo, los detalles del acuerdo no fueron precisados.

Trump aseguró que el pacto no comprometerá la soberanía industrial estadounidense y que U.S. Steel conservará su sede en Pittsburgh. Estimó que la alianza con Nippon generará al menos 70.000 empleos y aportará más de 14.000 millones de dólares a la economía del país.

Durante su intervención, el presidente no ocultó su entusiasmo por la medida y expresó que “arancel” es su cuarta palabra favorita después de “Dios, esposa y familia”. Además, subrayó que el público presente en el acto “entiende la palabra arancel mejor que la gente de Wall Street”.

Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha impulsado una política comercial agresiva, aplicando aranceles a productos de países aliados y adversarios por igual. Las nuevas restricciones han provocado inquietud en mercados internacionales, al tiempo que refuerzan su discurso de protección económica de cara a las elecciones de medio término, particularmente en estados clave como Pensilvania.