El vicepresidente Edmand Lara expresó públicamente su molestia por el nombramiento de Wilson Santamaría como viceministro de Gestión Legislativa, en un acto de homenaje al municipio de Arani, Cochabamba. Lara afirmó que Santamaría "quiere cumplir mis funciones" y que no lo permitirá, argumentando que él fue elegido "democráticamente" mientras que el viceministro fue puesto "a dedo". Esta declaración subraya la tensión persistente entre el Vicepresidente y el entorno del presidente Rodrigo Paz.

Lara recordó que sus atribuciones son emanadas de las elecciones y cuestionó que Santamaría, del entorno del líder de Unidad, Samuel Doria Medina, haya sido posesionado en un cargo que, a su criterio, colisiona con las suyas. El Vicepresidente hizo un llamado a senadores, diputados, alcaldes y al "pueblo en general" a no permitir la vulneración de la Constitución Política del Estado (CPE).

En un tono firme, el vicepresidente Lara advirtió sobre la existencia de afanes sobre su eventual anulación política y aseguró que "el capitán Lara no va a renunciar", ya que fue elegido por el pueblo para viabilizar todos los proyectos. Afirmó que si alguien intenta "cerrar la puerta", él la tendrá que abrir de alguna manera, ratificando su mandato popular. Estas declaraciones son una respuesta directa a los roces internos con el Ejecutivo y las tensiones generadas con el presidente Paz, quien previamente había señalado que "por TikTok no hablamos".

El conflicto entre el Presidente y el Vicepresidente se mantiene sin una solución a la vista, ya que hasta este lunes no se había concretado una reunión entre ambos, a pesar del retorno de Lara al país tras su participación en la Cumbre de la COP30 en Brasil. Las declaraciones de Lara en Arani y las respuestas de la vocera Faval confirman que la comunicación sigue siendo indirecta. La insistencia de Lara en la defensa de sus atribuciones y el rechazo del Presidente a dialogar por redes sociales evidencian la crisis de coordinación en el Ejecutivo.