Aunque su participación en la Eurocopa Femenina ha sido mínima, con apenas nueve minutos disputados, Alisha Lehmann continúa siendo una de las figuras más visibles de la selección suiza y del torneo. Su popularidad no decae y, pese a su escasa presencia en el terreno de juego, la delantera de 26 años sigue acaparando titulares y atención internacional.

Mientras Suiza se prepara para medirse este viernes ante España en cuartos de final, con el talento emergente de Sydney Schertenleib como apuesta principal del equipo anfitrión, el foco mediático se mantiene sobre Lehmann. La jugadora de la Juventus no solo es reconocida por su paso por la élite del fútbol, sino también por ser una de las deportistas más seguidas del mundo en redes sociales, con más de 17 millones de seguidores en Instagram, superando incluso a estrellas como Roger Federer o Alexia Putellas.

Su imagen ha sido centro de debates en el ámbito deportivo, especialmente por la forma en que combina su carrera futbolística con una presencia pública marcada por su estilo personal y uso del maquillaje. Frente a las críticas, Lehmann ha sido enfática en defender su derecho a mostrarse tal como es: “Expresarme libremente no cambia lo que siento por el fútbol”, ha dicho en diversas ocasiones.

Aunque algunos sectores en Suiza la perciben más como una figura mediática que como una protagonista en la cancha, su influencia continúa siendo innegable. Su caso plantea nuevamente el debate sobre los estereotipos en el deporte femenino y la convivencia entre imagen, talento y popularidad.