El exgalán de telenovelas refuerza su camino espiritual y divide opiniones por su pasado y posturas políticas

Eduardo Verástegui, exactor de telenovelas y productor de cine, ha vuelto a generar titulares tras los rumores que apuntan a su posible ingreso a la Abadía de San Miguel en California, con el propósito de iniciar una vida monástica y convertirse en sacerdote.

Conocido por su carrera actoral en la televisión mexicana, Verástegui se ha alejado paulatinamente del espectáculo en los últimos años para profundizar en su vida espiritual. A través de sus redes sociales, ha compartido mensajes de reflexión, fe y compromiso religioso, en los que deja ver una transformación personal que ha llamado la atención de seguidores y críticos por igual.

Sin embargo, su decisión no está libre de polémica. Críticos han señalado que algunas de sus posturas políticas pasadas, especialmente su cercanía con el expresidente estadounidense Donald Trump y su intento fallido de participar como candidato presidencial en México en 2024, podrían contradecir ciertos valores que predica hoy desde su nuevo enfoque espiritual.

La trayectoria de Verástegui ha estado marcada por contrastes: desde su imagen de galán hasta su papel como activista conservador. Su posible ingreso al monasterio representa un giro radical que algunos interpretan como un acto de fe, mientras otros lo ven como una estrategia de redención o incluso como una contradicción.

Pese a las críticas, hay quienes celebran su evolución y consideran su decisión como un ejemplo de transformación personal. En medio del debate, lo cierto es que Verástegui continúa siendo una figura que despierta pasiones y opiniones encontradas en el ámbito mediático, religioso y político.