El cantante español Alejandro Sanz reconoció haber tenido una relación íntima con Ivet Playà, una fan con la que inició contacto cuando ella cumplió 18 años y él tenía 49. La joven, hoy de 26 años, publicó un video en redes sociales denunciando que su vínculo con el artista, que comenzó como un sueño, terminó siendo “una terrible pesadilla”.

En su relato, Playà detalló que Sanz comenzó a seguirla en redes sociales, le escribía mensajes, comentaba sus fotos y hasta publicaba contenido sobre ella.

La primera vez que se vieron fue cuando ella alcanzó la mayoría de edad, y desde entonces, afirma, la relación se volvió s3xu4l. Según su testimonio, dejó su vida en Barcelona para mudarse a Madrid en 2021, luego de ser contratada por el cantante para formar parte de su equipo de trabajo.

Playà asegura que fue espiada por el entorno del artista y que él jugó con su ilusión: “Jugó con mis sueños”, afirmó. Asegura además que las acciones del cantante “traspasaron todo límite moral, incluso humano”.

Sanz respondió a través de sus redes sociales, admitiendo el vínculo: “Yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas, compartiendo su cariño, siendo libres”, escribió. Además, mencionó que en mayo pasado, Playà le ofreció invertir en un negocio familiar y él se negó tras consultarlo con sus asesores. “Siento que tu reacción sea esta, pero quiero que sepas que nunca he sido partícipe de estas prácticas”, concluyó el artista.

Las declaraciones generaron fuerte repercusión en redes sociales y abrieron nuevamente el debate sobre el 4bus0 de poder en relaciones asimétricas entre figuras públicas y sus admiradores.