En un episodio que refleja la constante represión en Nicaragua, los artistas Kevin Laguna y Oscar Parrilla Blandón, conocidos como "Vink" y "Torch Místico", respectivamente, se vieron obligados a destruir un mural en honor a Sheynnis Palacios, la reciente ganadora del concurso de Miss Universo. Pese a contar con el permiso de la dueña de la pared en Estelí, los policías los forzaron a pintar de blanco la obra apenas iniciada. Los artistas fueron detenidos posteriormente, y su paradero sigue siendo incierto, evidenciando el control y la censura ejercidos por el régimen nicaragüense.

El 21 de noviembre, solo tres días después de que Palacios fuera coronada, las autoridades vestidas de civil intimidaron a Laguna y Parrilla mientras trabajaban en el mural. Esta intervención abrupta contrasta con la celebración oficial que se había desplegado inmediatamente después del triunfo de Palacios. La misma noche del 18 de noviembre, una delegación de altos funcionarios visitó la humilde vivienda de la familia de la nueva Miss Universo con flores, y el Consejo de Comunicación y Ciudadanía publicó una nota de celebración, en la cual el gobierno nicaragüense expresaba su "legítimo orgullo y alegría".

Sin embargo, la euforia gubernamental se disipó rápidamente. Las razones del cambio de actitud son objeto de especulación, destacándose dos posibles factores: los festejos populares espontáneos en las calles y la circulación en redes sociales de fotos de Palacios participando en las protestas de 2018. Este giro abrupto subraya la inestabilidad y el control del régimen sobre la expresión artística y los eventos públicos, reprimiendo cualquier muestra de celebración que pueda interpretarse como una amenaza a su autoridad.