La búsqueda de nuevos horizontes comerciales ha llevado a Bolivia a un emocionante capítulo en su historia económica, con la visita de dos comisiones técnicas provenientes de Chile y China. En una entrevista exclusiva con Rafael Riva, Gerente de Operaciones de CADEX (Cámara de Exportadores de Santa Cruz), se discutieron los emocionantes desarrollos que están transformando el panorama comercial del país.

La iniciativa de apertura de mercados para productos no tradicionales ha atraído la atención de estas dos comisiones técnicas, que actualmente están en el país. La comisión técnica de China, en particular, tiene un enfoque específico en el mercado de la Chía, que se ha convertido en un fruto tangible del trabajo colaborativo entre el sector público y privado en los últimos dos años y medio.

Este esfuerzo conjunto ha involucrado a productores y exportadores de Chía, así como a los organismos gubernamentales Senasac y Cancillería, todos con el objetivo de allanar el camino para la exportación de este producto al mercado chino. Rafael Riva enfatizó que este enfoque colaborativo es crucial para diversificar tanto los mercados como los productos de exportación de Bolivia.

El proceso de apertura de la exportación de Chía a China se encuentra en su etapa final, donde se están verificando aspectos cruciales como la producción, el procesamiento y el control de calidad. Rafael Riva destacó que, si todo va según lo planeado, las exportaciones de Chía podrían duplicarse en el corto plazo, pasando de las actuales 8 mil toneladas a entre 15 mil y 20 mil toneladas, dado el enorme potencial del mercado chino.

En cuanto a la producción de Chía en Bolivia, se reveló que Santa Cruz lidera este frente, aunque otros departamentos como Chuquisaca también están incursionando en este cultivo que se adapta bien a regiones con bajos niveles de precipitación. La producción nacional de Chía está mayormente destinada a la exportación, con un mercado interno aún en desarrollo y exportaciones anuales de entre 8 mil y 12 mil toneladas.

México encabeza la lista de países receptores de la Chía boliviana, absorbiendo aproximadamente el 35% de las exportaciones. Sin embargo, en los últimos cinco años, las semillas de Chía boliviana han llegado a 60 países en todo el mundo, extendiéndose por América, Europa y Asia. Esta diversificación de destinos refleja las altas expectativas y el crecimiento potencial de este producto en los mercados globales.

Rafael Riva subrayó la importancia de estas aperturas de mercado para los productores y exportadores, que ahora tienen la oportunidad de ampliar su alcance comercial. Además, destacó que estas expansiones no solo benefician a los involucrados directamente en el comercio, sino que también son un motor para la generación de empleo y divisas, impulsando la economía boliviana en su conjunto.

Bolivia también planea| expandir sus exportaciones en otros sectores, como carne y leche. Si bien las exportaciones de leche fluida son limitadas, Bolivia ha estado exportando leche en polvo a varios países de América. En el caso de la carne bovina, China lidera como mercado principal, seguido de Rusia y Perú, mientras que los subproductos cárnicos también han encontrado su camino hacia otros destinos, incluidos países africanos.

El enfoque en la apertura de mercados no se detiene ahí. Rafael Riva compartió que, además de las comisiones técnicas de Chile y China, se está trabajando arduamente para ingresar al mercado japonés. Un equipo, similar al formado para la exportación de Chía, está colaborando para cumplir con los rigurosos estándares sanitarios y de trazabilidad del mercado japonés, lo que podría abrir nuevas puertas para la carne bovina boliviana en todo el mundo.

La visita de estas comisiones técnicas de Chile y China, junto con los esfuerzos para expandir la exportación de otros productos, posiciona a Bolivia como un actor cada vez más relevante en el comercio mundial. Estos movimientos demuestran la voluntad del país de colaborar entre el sector público y privado para conquistar nuevos mercados y generar oportunidades económicas significativas.