El jueves 14 de noviembre, a las 20:00 (hora boliviana), Bolivia enfrentará un desafío crucial en el Estadio Monumental Banco Pichincha de Guayaquil, donde buscará cambiar la historia y sumar puntos contra Ecuador en un territorio que no ha sido favorable en las últimas décadas. A cargo de Óscar Villegas, el seleccionado nacional enfrenta no solo a un fuerte rival, sino también a una estadística negativa de 31 años sin lograr puntos en suelo ecuatoriano en eliminatorias.

El partido se jugará en un estadio lleno de recuerdos para el fútbol boliviano, ya que en este mismo escenario, el 19 de septiembre de 1993, Bolivia consiguió un empate 1-1 que fue suficiente para asegurar su clasificación al Mundial de Estados Unidos 1994. Aquella hazaña histórica fue posible gracias al gol de William Ramallo, quien anotó al minuto 46 del primer tiempo, sellando un resultado memorable que rompió una sequía de 44 años sin que Bolivia alcanzara una Copa del Mundo.

Sin embargo, desde aquella histórica jornada, la Verde ha enfrentado a la "Tri" en su casa en siete ocasiones más, todas ellas terminando en derrota para los bolivianos. Los desafíos de jugar en la altitud de Quito y la fortaleza del equipo ecuatoriano en casa han sido obstáculos difíciles de superar. En las últimas tres décadas, ningún otro equipo boliviano ha logrado repetir la gesta de 1993.

Las estadísticas generales de enfrentamientos entre Bolivia y Ecuador también reflejan esta dificultad. Desde 1997, cuando Bolivia venció a Ecuador por 2-0 en el Estadio Hernando Siles de La Paz, la Selección boliviana ha enfrentado a la Tri en 14 ocasiones adicionales. De esos partidos, 12 terminaron en derrota para Bolivia y solo dos encuentros resultaron en empate. Ambos empates ocurrieron en La Paz: un 1-1 en septiembre de 2013 y un 2-2 en octubre de 2016, que evitaron que Ecuador se llevara los puntos en territorio boliviano.

Para este encuentro, el entrenador Óscar Villegas ha estado trabajando intensamente con el equipo, consciente de los retos que representa enfrentar a Ecuador como visitante. La altitud de Quito suele ser un factor a favor de los ecuatorianos, aunque este partido se jugará en Guayaquil, en una cancha de condiciones diferentes que podría ser más favorable para Bolivia.

Villegas ha destacado la importancia de este encuentro no solo para sumar puntos en la tabla, sino también para demostrar que Bolivia puede competir de igual a igual con las selecciones sudamericanas más fuertes. "Sabemos que el pasado no ha sido fácil para nosotros en Ecuador, pero confiamos en el trabajo que hemos realizado. Este equipo está listo para dar todo en la cancha y luchar por cada balón", expresó el entrenador en una reciente conferencia de prensa.

La afición boliviana se mantiene expectante y esperanzada de que la Verde pueda romper la racha de 31 años y escribir un nuevo capítulo en su historia de eliminatorias mundialistas. Un resultado positivo no solo aliviaría la presión sobre el equipo, sino que también devolvería la ilusión a una hinchada que sigue apoyando a su selección a pesar de los desafíos.