El icónico tema "Bye Bye Bye" de NSYNC ha vuelto a las listas de éxitos, sorprendiendo a muchos al regresar al Top 10 de Billboard, dos décadas después de su lanzamiento original. Este inesperado resurgimiento se debe a su inclusión en la película Deadpool & Wolverine, protagonizada por Ryan Reynolds y Hugh Jackman, que se ha convertido en un fenómeno de taquilla.

La película no solo encabezó la taquilla estadounidense con una recaudación de USD 494,3 millones, sino que también superó los mil millones de dólares en ingresos globales en apenas tres semanas. Este éxito fue crucial para llevar "Bye Bye Bye" al puesto número 8 en el Billboard Global Excl. U.S. chart durante la semana del 2 al 8 de agosto, según Billboard.

El impacto de la película también se reflejó en un aumento impresionante en las ventas del single en Estados Unidos, que subieron un 837%, según Forbes. Este fenómeno ha reavivado el interés tanto de los antiguos fanáticos de NSYNC como de una nueva generación.

El estreno de la película en Nueva York fue un evento destacado, al que asistieron miembros de la boyband como JC Chasez, Lance Bass, Chris Kirkpatrick y Joey Fatone, junto a Ryan Reynolds y su esposa Blake Lively. Sin embargo, la ausencia de Justin Timberlake, quien estaba de gira en Europa, fue notable. Reynolds, con su característico humor, comentó en sus redes sociales: "Justin Timberlake no está en la foto, pero no por eso lo queremos menos".

La secuencia inicial de la película, que presenta la canción, se convirtió en uno de los momentos más comentados. Ryan Reynolds reveló que el coreógrafo Nick Pauley, vestido con el traje de Deadpool, ejecutó los movimientos inspirados en la coreografía original de la banda. Reynolds, con modestia, añadió: "Me colgaré del talento de Nick Pauley y le agradeceré su contribución y sus servicios".

Este renacimiento del éxito de NSYNC, impulsado por el poder de la nostalgia y la magia del cine, demuestra que algunos clásicos nunca pasan de moda.